Desarrollo

Desarrollo

» Arquitectura.


Santa Cruz de la Sierra en el cambio de Siglo.


Por lo expuesto previamente, es posible afirmar que las generaciones urbanas y arquitectónicas cruceñas han creado, en 400 años, una ciudad extraordinariamente compleja en cuanto a su cultura material, que en resumen proyecta una imagen urbana caracterizada por:

a) Superposiciones morfológicas.

Estas conforman una imagen urbana esencialmente caótica por la variedad extrema de soluciones formales. Por un lado se genera un conflicto de representatividad que afecta la lectura histórica de la ciudad, alterando el rol del entorno como propiciador de la identidad urbana; y por otro, se reconoce una coincidencia con la dinámica de cambio que caracteriza a la cultura cruceña de fin de siglo, lo que exige reconocer al caos como un factor común, identificatorio de lo auténticamente cruceño.

b) Superposiciones funcionales.

Se manifiestan en dos niveles: la calle y el uso de suelo. Las primeras generan conflictos en las circulaciones urbanas peatonales, ante el receso y avance obligado de veredas, galerías y volúmenes urbanos; y las otras afectan al uso eficiente de las áreas urbanas, conflictuadas por funciones incompatibles conceptualmente. Sin embargo, estas superposiciones regeneran la actividad de reemplazo, coincidiendo con la estructura cultural local, favorecedora del cambio sistemático y constante.

c) Superposiciones tecnológicas.

Son motivadas por razones ambientales y formales, y sus resultados presentan un alto grado de inconsistencia. El conflicto técnico no supone afectaciones a la imagen urbana pero altera los procesos implícitos de generación de calidad de la actividad constructiva.

Resumiendo, como en la selva, donde la vida sólo es posible con la muerte, la nueva arquitectura necesita ocupar los espacios de la antigua. Aunque la ciudad no es la selva, la permanencia -selectiva- de ejemplos del pasado en la ciudad actual no debe obstaculizar los nuevos proyectos generacionales. Se requiere de una actitud de tolerancia en las generaciones en proceso de ser reemplazadas, para que la dinámica excepcional del desarrollo urbano cruceño -responsabilidad de las nuevas generaciones- no encuentre demasiadas piedras en el camino.

Al ser la superposición y el conflicto morfológico arquitectónico y urbano parte fundamental de la imagen histórica en Santa Cruz, la sociedad, y especialmente los arquitectos, deben asumirlos y planificar el futuro con ellos. Es importante remarcar que ciudades dinámicas como Santa Cruz pueden ignorar sin riesgos los conflictos derivados de la efimeridad de su entorno heterogéneo y siempre cambiante, mientras que solamente en las ciudades económica y culturalmente "muertas" es posible la coherencia y la homogeneidad. En otras palabras, es fundamental no solamente reconocer, sino validar y asumir activamente el carácter positivo de las superposiciones e incoherencias de la arquitectura de la cuatricentenaria ciudad; la que en sus contradicciones y conflictos deja reconocer la plena vitalidad con la que inicia los desafíos del tercer milenio.


Fuente. Libro: Santa Cruz. Tiempo y Espacio. Año: 2000. Autor: Cooperativa Rural de Electrificación (CRE). Victor Hugo Limpias Ortiz.


Ellos nos apoyan


Especial: Soy Jesucristo