Inicio del Proceso.
Casi al mismo tiempo se iniciaron las penetraciones hispanas al Oriente Boliviano desde dos puntos opuestos: las tierras altas y el Río de la Plata. Las primeras se dirigieron a los llanos de Moxos, con excepción de la de Andrés Manso que llegó a tierras chaqueñas, donde entró en conflicto jurisdiccional con Ñuflo de Cháves; fueron expediciones descubridoras y no se establecieron fundaciones permanentes. Las procedentes del Río de la Plata atendían a las necesidades de Asunción del Paraguay: su comunicación con Charcas a través del río Paraguay, al mismo tiempo que se buscaba una provincia rica que solucionara la pobreza de los asunsenos; fueron de descubrimiento y conquista y dieron como resultado la creación de una nueva gobernación.
La muerte de Domingo Martínez de Irala, bajo cuyo gobierno se exploró el Chaco Boreal hasta el Pilcomayo, había dejado la puerta abierta para la conquista del Paitití. A partir de este momento Ñuflo de Cháves se convierte en el paladín de la nueva aventura: la búsqueda de "la noticia": "A mi parecer lo mejor y más principal y más rica provincia de todo lo descubierto, de todos los indios por generaciones y diversas lenguas es la noticia", según comentaba Rasquín (1). Cháves mostró desde el primer momento magníficas dotes políticas y persuasivas. En primer lugar convenció al cabildo asunseno de la importancia de la expedición y se hizo nombrar jefe de la misma. Cuando fue el momento oportuno y en abierta desobediencia a las instrucciones que recibiera de las autoridades paraguayas, utilizó hábilmente sus influencias ante el virrey Andrés Hurtado de Mendoza -que era pariente de los Hurtado Manrique, familia política de Cháves- para la creación de una nueva gobernación, de la que fue nombrado Teniente de Gobernador, aunque fue el gobernador de hecho hasta su muerte. Finalmente, con gran astucia anuló a Andrés Manso, el único posible rival, y se convirtió en dueño y señor de los llanos charquinos.
La creación de la gobernación en 1560 cortó toda posible dependencia de Asunción del Paraguay. Es más, a partir de ese momento Cháves trató por todos los medios de cortar toda comunicación para evitar la intromisión de los asunsenos. Sin embargo, volvió a recurrir a los paraguayos para conseguir pobladores para su ciudad capital; su política fue asentir ante el cabildo asunseno porque era un medio para alcanzar sus fines.
El nombre de la gobernación de Cháves es por demás sugerente. Por una parte, Moxos es el nombre del mito que movió a los hombres de la conquista y aunque más tarde fuera cambiado, su recuerdo será el móvil que haga a los cruceños conquistar su propio territorio. Por otra parte, aunque el radio de acción en el que se movió Cháves es relativamente pequeño (alrededor del límite que marca la transición entre el clima tropical húmedo y el seco), se trata de una enorme extensión territorial cuyos límites apenas se sospechan.
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Notas Bibliográficas:
(1) CHAVEZ, Julio César: Descubrimiento y conquista del Río de la Plata y el Paraguay. Ed. Nizza. Asunción, 1968. Pg. 255.
Fuente. Libro: Santa Cruz. Tiempo y Espacio. Año: 2000. Autor: Cooperativa Rural de Electrificación (CRE). Alcides Parejas Moreno.
