Espejillos.
Mapa:
Nombre: Espejillos. / Categoría: Monumento Natural. / Acción: Creación APD, 2000. / Instrumento Legal: Resolución Prefectural Nro. 138/2000. / Área: 262 hectáreas. / Jurisdicción: Provincia Andrés Ibáñez. Municipio de Porongo.
Nombre: Espejillos. / Categoría: Monumento Natural. / Acción: Creación APM, 2005. / Instrumento Legal: Ordenanza Municipal Nro. 008/2005. / Área: 1.258 hectáreas. / Jurisdicción: Provincia Andrés Ibáñez. Municipio de Porongo.
Nombre: Espejillos. / Categoría: Monumento Natural Departamental. / Acción: Creación UCPN, 2015. / Instrumento Legal: Ley Departamental Nro. 98. / Área: 3.488 hectáreas. / Jurisdicción: Provincia Andrés Ibáñez. Municipio de Porongo.
Libro: Patrimonio Natural de Santa Cruz. Año: 2015. Autor: Gobierno Autónomo Departamental de Santa Cruz. Willy Kenning Moreno.
Monumento Natural Departamental.
El ramal oriental de la Cordillera de Los Andes y su puntiagudo codo se encuentran con la llanura en las cercanías de Santa Cruz de la Sierra regalándole a esta capital una gran cantidad de bellos parajes. Las serretas, lomeríos y escarpes del subandino que se imponen al oeste se suceden declinando en dirección de la llanada dejando paisajes que podrían servir de portada al catálogo de los mejores sitios del paraíso. Pobladas de exuberante vegetación en sus cotas de ambientes más amables, estas montañas albergan también ríos, arroyos y quebradas que corren bajo sus sombras y frondas acarreando las aún frías aguas de sus vertientes andinas.
Superan estrecheces, tornean moles graníticas, buscan hendiduras, rompen murallas rocosas, corren y saltan mucho los arroyos en sus cursos a la ancha planicie, y no pudiendo detener su ansioso ímpetu por bañar los llanos, con prisa, con necesidad de sol y paisaje abierto, ejecutan sus saltos finales con mayor audacia, desde mayor altura y con más espectacularidad.
Este es el caso del río Espejillos, que cae desde los ramales más orientales de serranías que se prolongan desde el vecino Parque Nacional Amboró y corre de sur a norte antes de entregar sus aguas al más grueso río Surutú. Un conjunto de múltiples cascadas y piscinas, de escurrideros, pozas y bañeras conforman un balneario natural que desde que se pobló la llanura ha constituido lugar favorito de los paseos de fin de semana de familias, exploradores solitarios y grupos estudiantiles que no se han amedrentado ni con las dificultades del camino ni con sus inicialmente heladas aguas.
La gran profusión de pequeñas pozas que prestan sus aguas para que los seres vivos nos observemos en ellas deben haber sido las que dieron nombre al conjunto, espejillos, serie de espejos naturales y límpidos puestos allí para reflejar la silueta, para zambullirse, darse baños de inmersión, relajarse, o practicar abluciones rituales purificadoras y luego quedarse observando la cara limpia, serena y feliz.
La aventura de enfrentar el incierto cruce del río Piraí y la accidentada topografía del camino antes de llegar al lugar mismo es compensada pronto por la majestuosidad del entorno, que invita a darse pesadas duchas bajo sus cascadas, a retozar en sus yacusis, a observar la flora y la fauna que incrementan su encanto, y a buscar tesoros fósiles entre sus rocas y guijarros.
Una vegetación de árboles altos, de hasta 30 metros de altura, siempre verde, de sotobosque limpio, de ramas tapizadas de musgo, orquídeas y bromelias, de densos y bien cimbrados tacuarales abovedan el balneario y se extienden por las peñas hacia el norte y el poniente alcanzando una superficie protegida de 3.488 hectáreas, conservadas con dificultades del imperturbable empeño colonizador que persevera por arrasar con la vegetación en sus vecindades.
La fauna, rica en reptiles y mamíferos, se refugia en sus rincones más recónditos y se muestra ocasionalmente al visitante, dejando para los también diversos grupos de aves, anfibios e invertebrados el rol principal de entretener al turista con sus movimientos, formas, sonidos y colores. Las mariposas se asoman por miles a revolotear y a posar momentáneamente quietas, el tiempo suficiente para desenfundar, enfocar y disparar las cámaras fotográficas. Las pavas campanilla, las mutunes, los loros y una infinidad de otras aves se ofrecen como altivos objetivos para los binoculares y la contemplación a ojo desnudo.
Las cascadas y pozas son, sin embargo, las protagonistas principales del paseo. Los chorros de alturas menores del tamaño de un hombre y las cascadas mayores de variados pisos y hasta más de media cuadra de altura se precipitan en blancos velos sobre pozas que reciben y multiplican sus espumas, sus burbujas y rebullos en franca invitación a quedarse quieto recibiendo sus masajes o a practicar clavados desde los trampolines que se forman en sus lajas y salientes de piedra. Los fondos de las piletas naturales reflejan la luz y muestran formas que la imaginación de la gente ayuda a convertir en figuras concretas, y las eternas discusiones de los visitantes no terminan de resolver el debate de si la mancha que se ve en el fondo de la poza mayor corresponde al mapa de Bolivia o es la del mapa de Santa Cruz, de más o menos semejante silueta.
La proximidad del Monumento Natural Departamental Espejillos de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, que se encuentra a menos de 50 kilómetros de distancia, y su cercanía a varias otras ciudades intermedias y poblaciones tradicionales de siestas largas y serenatas nocturnas, algunas de las cuales se encuentran más próximas aún, hacen que este paseo sea uno de los más buscados para paseos de un día o dos.
El todavía no completamente explorado potencial turístico que ofrecen el balneario y el área protegida en general, a cuyo influjo se viene desarrollando una oferta e infraestructura turística que beneficia a toda la comarca, constituyen retos fundamentales a la vez que incentivos para la inversión especializada.
La preferencia por los paseos a Espejillos se ha incrementado desde que este espacio del patrimonio natural tiene gestión y se le ha dotado de cierta infraestructura básica. Como ocurre con todas las unidades de conservación departamentales, la Dirección de Conservación del Patrimonio Natural de la Gobernación de Santa Cruz se hace cargo del manejo y desarrollo del área, y en esta labor coadyuva con el municipio de San Juan Bautista de Porongo, antigua misión fundada por religiosos mercedarios en cuya jurisdicción se encuentra ubicada.
Su belleza escénica, sus valores estéticos y de biodiversidad, así como su importancia para la educación ambiental, sin embargo, no son carentes de desafíos. Justamente la relativamente alta visitación constituye una de sus principales amenazas, sobre todo en lo relacionado al mal hábito general para disponer la basura. La amenaza mayor, no obstante, la plantea la permanente avidez por ocupar ilegalmente sus terrenos o el ingreso furtivo para cazar y extraer madera que practican individuos provenientes de comunidades de colonización vecinas que, quizás por su relativamente reciente afincamiento en el área, su desconocimiento de la tradición hospitalaria de los pobladores originales, y su falta de conocimiento de mejores formas de legitimizar y consolidar sus derechos, no siempre son amistosos con el visitante ni con los objetivos de conservación del área.
Espejillos es, sin embargo, un patrimonio recreativo tradicional cruceño que debe prevalecer por sobre los intereses agraristas e inmobiliarios, sean estos recientes o de larga data. Sus montañas y rocas, sus quebradas, cascadas y pozas, la vegetación arbórea y las menudas malezas, el frondoso ramaje, las flores silvestres que acompañan el suave murmullo del río, los remansos donde el agua parece detenerse para complacencia de los visitantes, las mariposas y aves que llenan los ojos con sus colores y complacen los oídos con sus cantos, todo junto, deben ser más fuertes y poderosas que las nada santas intenciones de quienes pretenden colonizar su territorio para beneficio individual.
Fuente. Libro: Patrimonio Natural de Santa Cruz. Año: 2015. Autor: Gobierno Autónomo Departamental de Santa Cruz. Willy Kenning Moreno.
Foto: Unidades de Conservación del Patrimonio Natural · Espejillos · Dosel del bosque. Autor: Willy Kenning.
Foto: Unidades de Conservación del Patrimonio Natural · Espejillos · Cascada principal. Autor: Hugo Santa Cruz.
