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Churo Negro.


Mapa:
Nombre: Churo Negro. / Categoría: Área Protegida Municipal. / Acción: Creación, 2007. / Instrumento Legal: Ordenanza Municipal Nro. 068/2007. / Área: 3.092 hectáreas. / Jurisdicción: Provincia Manuel María Caballero. Municipio de Comarapa.

Libro: Patrimonio Natural de Santa Cruz. Año: 2015. Autor: Gobierno Autónomo Departamental de Santa Cruz. Willy Kenning Moreno.

Área Protegida Municipal.

Los bosques de neblina, que en Bolivia reciben el nombre de Yungas, son paraísos de las orquídeas, helechos y bromelias, lugares soñados para la exploración, la contemplación y la fotografía, ingredientes básicos del ecoturismo, y el Área Protegida Municipal Churo Negro, que protege una pequeña y frágil porción de los Yungas que ocurren en territorio cruceño, no es la excepción.

Los bosques montanos tropicales de Yungas, ubicados casi siempre por arriba de los 1.000 metros sobre el nivel medio del mar, son protagonistas estelares del piedemonte andino, se caracterizan por tener árboles bajos y retorcidos, con hasta más del 50% de su corteza cubierta de musgo. Un solo árbol de un bosque de Yungas puede albergar hasta 100 especies de plantas epífitas, que son las que viven sobre soportes arbóreos, sin molestarlos, y que, normalmente, ostentan una belleza fuera de lo común.

Estos bosques son también los más activos fabricantes de agua, que atrapan con sus ramas de las nubes que se depositan sobre ellos y la filtran al subsuelo con su eficiente sistema de raíces, previo paso por el piso húmedo, sobresaturado de agua, mullido y alfombrado por sus altas turberas. De hecho, con este singular sistema hidráulico, la niebla empujada por el viento, convertida en una especie de lluvia horizontal, puede sumar centenas anuales de milímetros a la precipitación de su interior.

Este servicio ambiental, que también se da en Churo Negro, alimenta los acuíferos que surten a Comarapa, municipio que creó y maneja esta área protegida. Conservando el área, a la misma vez que se asegura el abastecimiento de agua para la población local, el municipio se dota de un lugar de esparcimiento, de estudio, un laboratorio para el conocimiento de la flora y fauna propia de los bosques nublados. Churo Negro es, pues, un surtidor de agua y sabiduría, una vertiente de incalculable valor.

Pegada al Área Natural de Manejo Integrado Amboró, que le aporta territorio y le hace parte de su intrincada geografía y maraña de hábitats, el Área Protegida Municipal Churo Negro es, pues, muy especial, y también contribuye con lo suyo, que no es poco, a esta singular asociación de conservación.

Sus significados en idioma quechua lo explican todo: un churo es a la vez algo laberíntico, acaracolado y oscuro y, a la vez, un término que quiere decir hermoso, lindo. El Churo Negro es, pues, una especie de hermoso escondite oscuro, y hasta su nombre nos invita a explorarlo para conocer sus encantos y secretos.

La imagen de estos bosques de ensueño, encantados y encantadores, con sus variados tipos de vegetación, según va cambiando la gradiente altitudinal y la nubosidad, y el misterio que envuelve al Churo Negro en particular, son una invitación a encontrarse con orquídeas minúsculas, como algunas del género Masdevalia, o grandes, como algunas especies de Telipogon, o para echar a volar el corazón por el aleteo súbito de aves trogones, parientes de los quetzales, o para ponerse alertas ante el posible encuentro con jucumaris o, inclusive, para sentirse observados por seres mitológicos que lo habitan sin ser vistos.

La fragilidad del bosque nuboso del Churo Negro, sin embargo, es también una invitación para duplicar los esfuerzos por conservarlo. La ganadería trashumante, la extracción de helechos arbóreos y otras maderas, el cultivo furtivo de locoto y otros vegetales en sus cercanías, la construcción de caminos y hasta la no tan común caza de subsistencia que ocurre en la zona, constituyen amenazas reales de primera magnitud.

Los bosques manantiales son de los más amenazados del mundo, se encuentran sitiados y, nuevamente, los de Churo Negro no son la excepción. Todo lo que aún es un misterioso y recóndito rincón, lleno de verde, de agua y de vida, puede fácilmente llegar a convertirse en un triste páramo baldío si no se toman a tiempo las medidas apropiadas.

Es de esperar que el Área Protegida Municipal Churo Negro, como el caracol que le da nombre, que se desplaza con paso lento pero seguro, se constituya de manera efectiva en el centro de educación ambiental para el que fue concebido, que se consolide como el área protegida que se merecen los comarapeños, cruceños vallunos de cepa pura, y que las autoridades del hospitalario municipio que los alberga a todos cumplan a cabalidad con su sagrada función.


Fuente. Libro: Patrimonio Natural de Santa Cruz. Año: 2015. Autor: Gobierno Autónomo Departamental de Santa Cruz. Willy Kenning Moreno.


Foto: Áreas Protegidas Municipales · Churo Negro · Laguna Brava de la Jara. Autor: Willy Kenning.

Foto: Áreas Protegidas Municipales · Churo Negro · Croton sp., sangre de grado. Autor: Walter Ridder.

Foto: Áreas Protegidas Municipales · Churo Negro · Comunidad de epifitas del bosque montano. Autor: Willy Kenning.

Foto: Áreas Protegidas Municipales · Churo Negro · Puya sp., bromelia. Autor: Walter Ridder.

Foto: Áreas Protegidas Municipales · Churo Negro · Vista al valle de Comarapa. Autor: Willy Kenning.

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