Poesías

Poesías

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» Luis Otero Reiche.


Serenata de antaño.


Llegaban los artistas a la casa,
del dueño, que llamaban "marchante"
quien con amigos, trago por delante
invitaba a todos los cantores
llenándolos de atenciones y honores.

Entre trago y trago templaban las guitarras
muy conocidas ya en buris y en farras,
y empezaban a armar la serenata
y a igualar la voz y no meter la pata.

Luego a las doce, derecho y a la ventana
de la pelada, que despierta y muy ufana
salta a la primera pieza de la cama
a ver cual es de todos los que ama.

Y abriendo con cuidado su postigo
escucha cantar y hablar hasta la una
y al cortejo, que poniendo a Dios como testigo
dice que jamás se le escapó pelada alguna.

Y ya bien chupados, un músico decía
mientras del pico la botella se bebía:

"Teoto deodo
concho y todo;
al que toca y al que canta
se le seca la garganta".


Fuente. Libro: Poetas Cruceños. Año: 1983. Autor: Orestes Harnes Ardaya. Editorial Serrano.


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